
Después de un largo rato, llegas a la entrada. Sí, ya llegaste. Entregas aquel trozo de papel, ya eres parte de allí. Sientes esas fuertes manos registrando tu cuerpo en busca de tu identidad... y la hallan...
Allí estás tú. Ya cruzaste, estás dentro. Qué gran emoción. Todo esa maldita ansiedad, y esa inagotable espera estarán acabadas. Sólo tienes que entrar, y mezclarte entre la muchedumbre...
...Desde ya estás ensordecido...
Y es que estar dentro de una presentación en vivo, es estar en el paraíso...
Y es que estás en vivo...Es muy distinto al carácter clásico de la palabra concierto... ni tampoco tiene la connotación sexual de una tocata...
Es en vivo... Es ser, es estar, es sentir, es vivir...
En vivo....
En un concierto en vivo puedes hacer lo que se te plazca...
Estás dentro de una gran multitud de desconocidos, sudas como nunca. Puedes gritar, llorar, reir como nunca antes lo había hecho... puedes terminar con tu novia, pelear con el tipo que se ha acercado a hablarle, y volver con ella al comienzo de la siguiente canción...
En Vivo...
La vida debería ser en vivo... Deberíamos poseer la entrada a nuestros sueños, ser tocados por la felicidad, la rabia, el odio, la compasión y todos los demás, para ver si somos aptos de entrar. Deberíamos cantar, correr, gritar, saltar, llorar y principalmente vivir, con entusiasmo...
Si quieren... hagan de sus vidas o un concierto, o si lo prefieren, una tocata... a mí me gustaría una vida, en vivo. Cosa imposible para mi...